Erik Chauca Rodríguez (17) agita sus manos como si dibujara gigantescos dinosaurios en el aire. Levanta la mirada como acordándose de algún trazo, y vuelve a repetir los gestos, apasionadamente.

Erik es uno de los 136 alumnos que estudian en el Centro de Educación Básica Especial (CEBE) “La Sagrada Familia”, ubicado en el distrito de Magdalena del Mar, en el cual ha encontrado la oportunidad de recibir una educación especial luego de estar postrado durante gran parte de su vida en una cama de hospital debido a la secuela de una hidrocefalia que sufrió a los seis meses de nacido.

“Me gusta dibujar y hacer dinosaurios en plastilina. Pero más me gusta el Tiranosaurio Rex”, nos dice sonriente mientras sus ojos exploran los colores y cada detalle del ambiente, a pesar de las dos válvulas que tiene en el cráneo y otras dos en el abdomen.

Pero no todo fue sonrisas desde un inicio. Cuando Erick empezó a asistir a las clases de sexto grado este año, el temor lo dominaba, incluso para jugar o cuando deseaba ir al baño, pues temía que le hicieran daño.

“Era un niño de cristal”, nos dice su profesora Aidé Rodríguez, pero el trabajo pedagógico especializado, además del amor y la paciencia de sus profesores, ha permitido que se integre perfectamente a sus compañeros de clase, socialice, juegue y comparta sus logros con ellos. “Ahora, incluso se ha convertido en un auxiliar más de la profesora que ayuda a sus compañeros”, nos señala su orgullosa maestra.

Los casos de Erick y de sus compañeros son en parte el reflejo de las prácticas innovadoras que impulsa el Ministerio de Educación (Minedu) en sus 368 centros de Educación Básica Especial, y especialmente en el CEBE “La Sagrada Familia”, que hace unas semanas recibió la visita de la ministra de Educación Marilú Martes.

En esa ocasión, la ministra elogió la excelente labor pedagógica que realiza el equipo de docentes y colaboradores y el apoyo de los padres de familia del centro educativo, cuyo trabajo, orientado por el factor inclusivo, obtuvo el reconocimiento de Buenas Prácticas otorgado por la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana.

Durante su visita, la titular del sector recorrió los diferentes ambientes del plantel, charló y jugó con los niños e invitó a los directivos y docentes del país a continuar generando buenas prácticas innovadoras, profundizando en el enfoque inclusivo que caracteriza a la educación especial.

Actualmente, “La Sagrada Familia” viene desarrollando en beneficio de sus alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA) el proyecto “Me comunico con PECS” mediante el Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes (Pictures Exchange Communications System), el cual permite que las personas con dificultad para comunicarse oralmente puedan hacerlo utilizando imágenes.

Janne López Ventura, directora de esta institución que atiende a alumnos con discapacidad entre tres y veinte años de edad, señaló que con este sistema los estudiantes con TEA han logrado elaborar oraciones completas y su sociabilidad ha mejorado notablemente.

Algo similar ha sucedido con Paolo Dominguez Mendoza (11), hincha de Alianza Lima y del lomo saltado, quien tiene discapacidad intelectual leve, el Síndrome de Moebius, que se caracteriza por una parálisis facial de por vida, y una dolencia en una de sus piernas, que espera su décimotercera operación. Gracias a sus esfuerzos, ha logrado significativos resultados en sus aprendizajes y su socialización con todos sus compañeros.

Ahora, la principal meta que se ha propuesto su profesor Gabriel Heredia para este año es lograr que Paolo pueda leer y escribir para que posteriormente sea incluido en un colegio de educación regular.

“Cuando aprenda a escribir, le escribiré cartas a mi abuelita Juana, mi mamá Susana y mi enamorada Ariana”, dice mientras le centellean los ojos ante esta expectativa y se aleja con una sonrisa que le palpita en el pecho.


Recuadro

Los Cebes inclusivos

Los CEBE cuentan con especialistas en terapia física, auditiva, de lenguaje, entre otros profesionales docentes y no docentes, señala la directora general de Servicios Educativos Especializados del Minedu, Erika Alfageme, quien sostiene que se viene promoviendo que los CEBE atiendan principalmente a las personas con discapacidad severa o con multidiscapacidad.

Para ello, recalcó, es necesario que los colegios públicos y privados que brindan Educación Básica Regular y Educación Básica Alternativa reciban a los menores que tienen discapacidad leve o moderada y les brinden la oportunidad de aprender en entornos inclusivos, saludables y seguros donde se fomente la solidaridad y el respeto por la diversidad.