Es necesario que padres y madres dediquen parte de su tiempo a jugar con sus hijos e hijas porque así los ayudarán a fortalecer sus vínculos y mejorar su autoestima, serán más seguros y felices al tiempo que aprenderán con mayor facilidad y desarrollarán valores como el respeto, la solidaridad, la tolerancia, la amabilidad y la gratitud.

Ese es uno de los mensajes claves que el Ministerio de Educación (Minedu) reforzará a través del Festival de la Alegría II “Jugar para aprender y aprender para crecer” que se realizará este domingo 29 de mayo en el Parque de la Exposición de 10:00 a 16:00 horas y que incluirá diversos espacios para fomentar el juego en familia. El ingreso es libre.

Durante el festival, las familias podrán disfrutar de una ceremonia especial y de un show infantil organizado con ocasión de la Semana de la Educación Inicial. Igualmente, encontrarán talleres, áreas de cuentacuentos y recibirán loncheritas familiares para compartir un pícnic.

“El juego es una actividad importante de disfrute y de interacción que permite la comunicación, socialización, negociación. Esta experiencia desarrolla la seguridad emocional en los niños, haciéndolos competentes para enfrentar diversas situaciones de la vida cotidiana dentro y fuera del hogar”, comenta la directora de Educación Inicial, del Minedu, Sandra Cárdenas.

Un niño que juega con sus padres y familia tendrá mayores oportunidades de desarrollar seguridad en sí mismo y aprenderá con mayor facilidad, agrega.

“Recordemos que el juego es una actividad espontánea de libre elección del niño y no impuesta por el adulto, lo que el adulto debe asegurar son espacios seguros, materiales pertinentes y la calidad en el acompañamiento e interacción con nuestros niños. Como adultos es necesario estar atentos a las propuestas de juego de nuestros niños y niñas y así brindarles las oportunidades que les permitan desarrollar su creatividad y su fantasía”, explica la funcionaria.

Explica que el juego ofrece una serie de beneficios ya que aprenden a respetar normas y acuerdos, a esperar su turno, tomar decisiones, expresarse cuando algo no les parece, así como escuchar lo que los otros quieren decirle. Igualmente, desarrollan capacidades para resolver conflictos.

Si durante el juego con otros niños se vuelven ansiosos o violentos, corresponderá a los padres permitirles un espacio de comunicación y explicarles que tales acciones son inapropiadas, “porque eso duele, molesta, entristece y aparta a los demás”. Esta es una forma adecuada de guiarlos porque los hace pensar sobre lo ocurrido y reflexionar sobre las causas y efectos o consecuencias de sus actos, comenta Cárdenas.

Señala además que como parte del juego también se puede cantar y bailar, pues ambas actividades relajan, alegran, sensibilizan, desarrollan la memoria, la creatividad, la atención y el lenguaje, además de reforzar los vínculos entre padres e hijos.

De igual modo es importante tener presente que los niños y niñas perciben el afecto de los adultos, desde la manera cómo les hablamos, los miramos y los tratamos. La actitud y conducta que tengan con los demás, dependerá en gran medida del trato y cariño que reciban de sus familiares durante su infancia, puntualizó la experta.