El Ministerio de Educación (Minedu), con el apoyo técnico y financiero de ProCalidad, inauguró ayer la II Diplomatura de Estudios en Buen Gobierno de la Universidad Pública, en las instalaciones de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

El objetivo es fortalecer las competencias y conocimientos de gestión de 40 servidores públicos, miembros de las Comisiones Organizadoras y equipos de apoyo de siete universidades públicas en proceso de constitución, para el cumplimiento de las condiciones básicas de calidad que las conduzcan al licenciamiento.

En esta segunda edición participan representantes de la Universidad Nacional Intercultural "Fabiola Salazar Leguía" de Bagua, la Universidad Nacional Autónoma de Alto Amazonas, la Universidad Nacional de Quillabamba, la Universidad Nacional Autónoma de Huanta, la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía, la Universidad Nacional de Cañete y la Universidad Nacional de Jaén.

La Reforma Universitaria, para tener éxito, requiere de funcionarios públicos que gestionen con eficiencia sus universidades y busquen la excelencia educativa.

En este sentido, la diplomatura les brinda una oportunidad para actualizar diversos conocimientos y para crear una red de funcionarios públicos de alto nivel, que trabajen día a día por mejorar la universidad peruana.

El principal objetivo es elevar la eficiencia en el uso de los recursos públicos y la calidad de los servicios de todas las universidades públicas para beneficio de todos nuestros estudiantes, actores centrales de la Reforma Universitaria.

Esta versión está a cargo, nuevamente, de la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú y, además, cuenta con la participación de docentes de la Universidad de Bath, prestigiosa casa de estudios británica especializada en programas de posgrado sobre gestión universitaria.

La II Diplomatura forma parte del “Plan de Modernización de la Gestión de la Universidad Pública” que viene implementando el Minedu en el marco de la Reforma Universitaria y con ella se refleja, una vez más, el compromiso del Estado por garantizar una educación de calidad para los jóvenes, que los forme como ciudadanos y como profesionales de alta productividad.

Asimismo, se demuestra que el Ministerio viene asumiendo su rol rector con responsabilidad, invirtiendo más y mejor en las universidades públicas, dotándolas de mejores condiciones y exigiendo, por esa inversión, mejores resultados formativos.