Mariano Iberico Rodríguez

Mariano Iberico RodríguezNació en Cajamarca, el 11 de Abril de 1892. Hijo de Mariano Iberico y Concepción Rodríguez.

Estudió en el colegio "San Ramón" (Cajamarca). Realizó Doctorado en Letras, Ciencias Políticas y Administrativas y Derecho, en San Marcos, donde fue Catedrático de Filosofía Subjetiva e Historia de la Filosofía Contemporánea.

Gracias a una beca, proporcionada por la universidad (1927), realiza estudios de perfeccionamiento en Francia. Ejerció la Magistratura en la Corte de Huánuco, Junín y Lima. Fue representante del Perú ante el Comité Jurídico Internacional del Río de Janeiro. Fue rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1952 - 1955); y ejerció, fugazmente en el Ministerio de Educación (Diciembre - 1955).Es considerado como uno de los más distinguidos filósofos contemporáneos del Perú; su obra muestra la influencia de Bergson y Klages.

Es autor de las obras : "El Nuevo Absoluto" (1926); "Meditaciones Filosóficas"; "El sentimiento de la Vida Cósmica" (1939 - 1946); "Perspectivas sobre el Tema del Tiempo" (1958).

En colaboración con Honorio Delgado, publicó un tratado de Psicología.

Publicó "La Transrealidad del Objeto Poético" (Rev. Letras).

Fallece en 1974.

MARIANO IBERICO

Su obra es muy amplia, pero hemos distinguido, dentro de ella, tres etapas (Cf. las periodificaciones de J.G. Llosa en La filosofía humanista de Mariano Ibérico, Lima 1952, Salazar Bondy, Historia de las ideas..., 1967, Miró Quesada, Despertar y proyecto de filosofar latinoamericano, México (1974):

La positiva, representada por la tesis El Carácter (1913).
La bergnosniana, que comprende:
la fase estetizante: Una filosofía estética (1920), y
la fase religiosa: El nuevo absoluto (1926).
La etapa de la madurez, en la que se distinguen cuatro fases:
la del descubrimiento de las contradicciones en la unidad, que abarca el artículo Él viaje del espíritu" (1928) y el libro La Unidad divina (1932);
la del hallazgo del ritmo cósmico, sobre todo en el paisaje, que comprende las notas sobre el paisaje de la Sierra (1937) y El sentimiento de la Vida cósmica (1939) - y cronológicamente - los Principios de Lógica jurídica (1944),
la filosofía de la Aparición. Ensayos sobre el ser y el aparecer (1950) y,
las obras posteriores vinculadas a esta última : Perspectivas sobre el tema del tiempo (1958), El espacio humano (1969) y La aparición histórica (1971), en que se bosqueja una filosofía del tiempo del espacio y de la historia, pero que no llega a constituir una etapa aparte. Nosotros nos ocuparemos aquí sólo de La aparición, el mejor libro de Iberico, y de su crítica de la época contemporánea.
La aparición comprende dos partes.

- La primera trata, la poesía, que según Iberico, es un testimonio invalorable para estudiar el tema que lo ocupa y, porque es una zona de meditación preliminar a la intuición de la problemática y de la significación del aparecer.

- La segunda parte trata del objeto de la investigación. Existen tres modos de concebir el ser: el lógico, el existencias, y el esencial. Iberico se constriñe al estudio del ser según el modo existencial.

El análisis de la idea de ser, lleva al autor a formular dos proposiciones: que el ser es uno y que es: alteridad. Por otro lado, la intuición del ser particular, muestra que es aparición y desaparición, que el ser se determina como existen por su esencia y que el ser es para ser contemplado, es decir, que el reflejo es espectacular del aparecer, es condición de existir. El ser está vinculado al aparecer, por la creación y él retorno.

¿Existe una unidad entre el ser y el aparecer? Sí, piensa Iberico, es la realidad, cuyas características son: la participación, la aparición y la transitividad.

Una descripción del aparecer muestra:

El es una heterogeneidad inexhaustible, que se despliega en el espacio y en el tiempo.
El es un aparecer a un alma.
El está sujeto a las leyes empíricas del contraste y de la alternación rítmica.
El se da según modos y relaciones comparables a las existentes en el mundo de la luz.
Todo aparecer expresa o dice relación al ser.
El desarrollo de estas proposiciones enseña que estas tres unidades ontológicas o existenciarias - ser, aparecer y reflejo espectacular del aparecer - se corresponden, se implican y se reclaman: el ser aparece, la aparición es y el reflejo del alma aparece y es.

En el plano de la especulación metafísica hablamos de la derivación de lo múltiple a partir de lo uno y de la reducción de lo múltiple a lo uno. El tránsito mismo del ser al aparecer y a la inversa es impenetrable al pensamiento conceptual y sólo puede ser descrito con los términos de creación y milagro. A su método de captación de lo real, Iberico lo denomina intuitivo, y habla de su pensamiento como una filosofía de la superficie - aunque manifiesta que desde otro punto de vista es una filosofía de la profundidad.

Iberico ha realizado dos consideraciones sobre la crisis de la época contemporánea.

La primera está contenida en su libro El nuevo absoluto (1926) en el ensayo que da su nombre al volumen. Según el autor, la agitación de la época está caracterizada por la soledad del hombre actual en el tiempo, por la voluntad religiosa que se advierte y por el Nuevo Absoluto que irrumpe. Para lo primero, la solución es crear mediante la técnica de la cultura un nuevo anhelo sacro. La ruptura con la tradición ha puesto de manifiesto precisamente una nueva voluntad religiosa, como se nota en el socialismo y en la nueva metafísica. Esta última postula un Nuevo Absoluto, que ya no es estático como en el pasado sino dinámico.

La segunda crítica de nuestro tiempo se encuentra en el volumen "La aparición histórica" (1971) en el artículo "Homogeneidad y división". La tesis de este ensayo es, mientras en el mundo contemporáneo aumenta la homogeneidad - como se puede observar del predominio del sentido económico de la vida, de la universal fe en la técnica y del creciente pragmatismo -, no se produce paralelamente un mayor crecimiento de la armonía, del entendimiento y de la paz, sino una división cada vez mayor. Esta división es horizontal, entre grupos y Estados; y vertical, en el propio seno de las diversas comunidades nacionales.

La solución que Iberico propone para remediar este problema es "defender y preservar el acervo tradicional, la idiosincrasia de la propia nación contra la marea de la igualación cosmopolita", con lo que cree que no sólo se sirve a la causa del particularismo, sino además al imperativo de mantener la viviente unidad de lo diverso.

DAVID SOBREVILLA

LAS IDEAS EN EL PERU CONTEMPORÁNEO

P. 163 - 164 - 165 - 166

HISTORIA DEL PERU. TOMO XI

EDITORIAL JUAN MEJIA BACA

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