Carlos Cueto Fernandini

Carlos Cueto FernandiniNació el 16 de setiembre de 1913 en Ica. Estudió en el Colegio Alemán; pero se trasladó al Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe (1930), donde terminó la Secundaria. Ingresó a la Universidad Mayor de San Marcos, donde optó el grado de Dr. en Derecho (1940) y Doctor en Letras en la Universidad Nacional de Trujillo (1942) optó el grado de Doctor. en Filosofía.

Fue catedrático de Psicología General, Historia de la Psicología y Metodología de la Filosofía en la Facultad de Educación ("San Marcos") llegando a desempeñar el Decanato y fué Catedrático de la Universidad Católica.

Cofundador con el Dr. Antonio Pinilla de la Universidad de Lima, donde fue Catedrático y Vicerector. Participó en la creación del Instituto Psicopedagógico Nacional, ocupando la Dirección del Departamento de Sociología. Siguió estudios de especialización en el Teachers College de Columbia University y la Universidad de Chicago (1944 - 1946).

Tuvo la Dirección de Educación Secundaria y Superior en el Ministerio de Educación (1947 - 1948); fue profesor visitante en el Teachers College de la Universidad de Nueva York (1952 - 1953) y en la Universidad de Indiana (1953). Pasó al Departamento de Educación de la UNESCO, en París, donde fue Jefe de los Programas de Educación aplicados en América Latina (1957 - 1958); luego dirigió el Departamento de Educación de la Organización de Estados Americanos (1959 - 1961). Fue nombrado Director de la Biblioteca Nacional (1962-1966).

En dos períodos (30-VII a 15-IX-1965; y 15-IV a 30-XII-1966), ejerció el Ministerio de Educación Pública. En este portafolio, realizó la campaña denominada "Operación Niños" dotando de bibliotecas a los colegios, laboratorios y talleres. Creó el Servicio Social Escolar.

En su gestión, se aprobó el Reglamento General de los Consejos de Evaluación Docente, así como el D.S. 07, que estableció el reglamento modificatorio del Sistema de Evaluación Docente. Se expidió el D.S. Nº 78, cuya finalidad era establecer una ayuda económica a los docentes y personal administrativo. Entre sus publicaciones destacan: "El Colegio Universitario y Estudios Generales", "Bases de la Universidad Peruana", "Para una Reforma del Sistema Educativo", "Baltazar Gracián y la Idea del Hombre", "Padres, Maestros e Hijos" .

Estuvo Casado con la señora Lily Caballero, con quien tuvo tres hijos. Muere el 3 de noviembre de 1968.

CARLOS CUETO FERNANDINI

La producción de Cueto se divide principalmente en Filosófica y Pedagógica.

Entre las publicaciones filosóficas, mencionamos sus artículos "La polémica Trendelenburg-Kuno Fischer" (1936), "El naturalismo frente a la fenomenología" (1938), la Tesis "La Doctrina del Espacio y del Tiempo en Leibniz y Kant" (1942), el folleto "El problema del origen del conocimiento en los sistemas racionalistas" (1946), los artículos "Leibniz: la sustancia como posibilidad" (1947), "Baltasar Gracián y la idea del hombre" (1949), "El concepto de crisis" y la ponencia "La experiencia intencional" (1951).

De sus publicaciones pedagógicas, realzamos: "Las causas del ausentismo escolar en Lima", "La crisis de la Educación", "Padres, maestros e hijos", y los folletos "¿Colegio Universitario?", "¿Estudios generales?" (1946), "Bases de la Educación Peruana" (1947 publicado autónomamente en 1970), "La educación, semillero de los derechos del hombre" (1968).

De los trabajos filosóficos de Cueto, es menester relevar su articulo sobre Gracián y su ponencia sobre la experiencia intencional, en la que delinea su Antropología Filosófica. En el primero, se opone a la concepción existencialista del ser humano como realización de posibilidades y como historia, y señala que el hombre "es siempre, con respecto a los hechos que constituyen su historia y su acción personal, un plus ontológico".

El ser del hombre se distingue de todos los demás seres en que es una actividad que se hace inmediata y patentemente unidad en la reflexión del ser sobre sí mismo, en que esta unidad se vive en sí en la representación consciente de las experiencias pasadas, presentes y futuras y en que, en las experiencia interna, se sorprende entrelazada en el proceso del mundo.

En la ponencia de 1951, Cueto defendía que la Psicología se constituía sobre la base de la experiencia intencional, que es el modo peculiar de ser el hombre en el mundo desplegando disposiciones intencionales llamadas actitudes. La intencionalidad sería una fuerza actuante en el hombre explicativa de su ser en el mundo, en el marco del ambiente físico, social y cultural.

En cuanto a la Educación, Cueto piensa que su finalidad esencial es la realización y consolidación de los derechos y libertades del hombre, ya que ella es el único medio que nos coloca en la situación de poder hacer efectivas nuestras pretensiones jurídicas dentro de la vida social(La educación..., pp. 16-17).

La crisis de la Educación Nacional se manifiesta a través de sus deplorables resultados, según Cueto; pero tiene profundas raíces en la concepción misma de la educación como "forma", en la idea de que al niño hay que "formarlo" para que sea adulto, en la intención de nuestra escuela y de nuestro plan de estudios de modelar el espíritu del educando, según las formas propias de la cultura adulta (La educación como forma, p.25). No obstante esta tesis, Cueto se olvida que el problema de la Educación no es solamente pedagógico, es también de naturaleza social. La adaptación de la educación a las necesidades económicas requiere que se renueven algunas estructuras económicas aún imperantes, que actúan como frenos al desarrollo de la educación (La educación..., p. 26).

DAVID SOBREVILLA

LAS IDEAS EN EL PERU CONTEMPORÁNEO

P. 275 - 276 - 277

HISTORIA DEL PERU. TOMO XI

EDITORIAL JUAN MEJIA BACA

INTRODUCCIÓN

Algunos miles de estudiantes egresados de las aulas secundarias se presentarán a las Universidades del país en el verano ya inminente de 1969 a rendir exámenes de ingreso. Aquello que la mayoría de ellos rendirá, de veras será posiblemente la bandera de sus propias vacaciones, carvadas por un sistema en que inclinaciones tan espontáneas y originales como las vocaciones apenas pueden prosperar. La educación que han recibido en el colegio no los ha puesto en el camino de si mismo ni los ha hecho ingenieros de los caminos que conducen de ellos mismos al mundo que los rodea. Muy pocos tratarán de emprender la profesión derivada de inclinaciones espontáneas largamente cultivadas.

Esos estudiantes, tan implacablemente aislados de si mismo y del mundo que los rodea, escribirán, una vez más, absurdos memorables. Algunos de los exámenes podrían ser páginas selectas en las antologías del disparate enormísimo en que suelen incurrir los atónitos postulantes al ingreso en las universidades. Los periodistas reunirán esas páginas y las exhibirán como testimonio del envilecimiento intelectual y cultural colectivo de nuestra juventud escolar. Ninguna voz se oirá entonces, excepto la de la condena, la censura y aún la execración. Una sombra más caerá entre las generaciones de adultos, reacias a todo esfuerzo de comprensión y la de esos jóvenes confinados en un sistema criticado pero no explicado, demolido pero no rehecho.

Y luego surgen inevitablemente las preguntas: ¿Cuáles son las causas del fracaso de nuestra educación? ¿Qué hacer frente a situación tan desesperada? Personalidades prominentes de todos los campos disparan sus respuestas. La ira y la frustración colorean sus palabras. Nadie explica o trata de explicar el fracaso. Tratemos, en lo que sigue, de dar una respuesta a la pregunta de por qué nuestros postulantes a estudios superiores terminan su secundaria con un intelecto tan reñido con al razón humana.

¿Por qué? ¿El porqué fundamental, hondo, decisivo, no es difícil de determinar: el actual sistema escolar secundario peruano impide al estudiante ser el agente de su propia educación. Su educación, aquello que debía ser para él lo más íntimo, lo más interior, lo más entrañado con su experiencia personal, le resulta lo más externo y lejano a si mismo.

Veamos, en el sistema que domina la enseñanza. El profesor ha MOSTRADO desde fuera aquello que, según el programa de estudios, es preciso tratar en clase. Las clases, según se afirma con lenguaje oficial, se DICTAN por el profesor.

CARLOS CUETO FERNANDINI

Padres, Maestros e hijos

Lima, Sesator. 1970

Introducción

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