Andrés Alfonso Cardo Franco

Andrés Alfonso Cardo FrancoNació el 17 de Marzo de 1932, en Sullana (Piura). Estudió en el Colegio Santa Rosa de los Hermanos Maristas. Se graduó como profesor de Filosofía y Ciencias Sociales y Doctor en Educación en la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Ha desempeñado los cargos:

Coordinador del Plan de Desarrollo Comunal de Selva (1957),
Supervisor Escolar de Educación en Loreto (1960),
Director Regional de Educación en Iquitos (1963 - 1965),
Director General de Educación (1965 - 1968),
Director General de la Oficina Sectoral de Planificación (1969 - 1968),
Director General de la Oficina Sectorial de Planificación (1969 - 1976,
Vice Ministro de Educación en dos períodos (1976 - 1978 y 1981 - 1984),
Ministro de Educación (1984 - 1985),
Senador de la República - Presidente de la Comisión de Educación del Senado (1990 - 1992).
Actualmente es Director del Curso de Post-Grado de Audición - Lenguaje y Problemas de Aprendizaje en la Universidad Católica, así como Vice Presidente del Foro Educativo.
Se especializó en Administración de la Educación y Desarrollo de la Comunidad en el extranjero. Representó al Perú en diversas comisiones y certámenes internacionales.

Fue miembro del Consejo Directivo del Instituto Internacional de la UNESCO; miembro del Comité Técnico de Asesoramiento de la Oficina Iberoamericana de Educación (OFI); y consultor de la UNESCO y del Banco Mundial.

Como Ministro de Educación (1984 - 1985), creó el Programa Nacional de Psicopedagogía destinado a mejorar la calidad de la educación peruana, con el fin de realizar investigaciones científicas en torno del educando peruano en coordinación con las universidades. En su período, se logró la aprobación por el Congreso de la Ley del Magisterio, la Ley de Protección del Patrimonio Nacional y el Decreto Legislativo (Ley de Deporte).

Entre sus publicaciones tenemos: "La Educación en la Amazonía Peruana", "Administración y Planeamiento Educativo", "La formación Magisterial en el Perú" y diversos artículos y conferencias en foro Educativo y ponencias en IPAE.

Ostenta las siguientes condecoraciones:

Medalla de Oro de la Educación Iberoamericana (Madrid 1983);
Palmas Magisteriales del Perú;
Orden Venezolana "Andrés Bello";
Orden Nacional de la Educación Colombiana de "Miguel Antonio Caro";
Cruz Peruana al Mérito Naval;
Pontificia de San Silvestre Papa;
Grado de Caballero;
Gran Orden Boliviana de la Educación;
Cruz Peruana al Mérito Aeronáutico.
Está casado con la señora Delicia Soria Montalván y es padre de cinco hijos.

ANDRÉS CARDO FRANCO

(Noviembre 1984 - Julio 1985)

Dentro de la actual
crisis económica, la evolución del desarrollo educativo ha operado cambios importantes que se sintetizan en cuatro aspectos:

cobertura del servicio educativo, calidad, asignación de recursos y capacidad de gestión.
Cobertura del servicio: En donde destacan tres fenómenos principales:
La expansión de la Educación Inicial con fuerte participación estatal,
el incremento de los índices de fracaso escolar en la Educación Primaria o básica, y
la diversidad de situaciones con respecto a la matrícula de los niveles Secundario y Superior, pero con tendencia a expandir la participación estatal en su cobertura.
Así tenemos que entre 1975-1984, la matrícula de Educación Inicial creció en 17.6%, mientras que la Primaria sólo creció 26%. Por otro lado, las estadísticas disponibles ponen de manifiesto que la eficiencia de los Sistemas Educativos es baja y que en los últimos años se ha agravado. El fracaso está concentrado en los primeros grados de la escuela básica y, en consecuencia, asociado al aprendizaje de la lecto-escritura y matemáticas, al choque cultural, a la heterogeneidad del alumnado, las dificultades para asistir a la escuela y la formación inadecuada de muchos maestros.

Crecimiento de oportunidades en la Educación Secundaria y Superior que se han expandido en forma considerable, incorporando alumnos provenientes de sectores antes excluidos. Sin embargo, este crecimiento no es acompañado de nuevos y significativos enfoques innovadores, sobre todo, en la vinculación de la educación con el trabajo. El nivel medio con la masificación que ha experimentado, en casi todos los países, se ha visto afectado en sus funciones básicas, tales como, brindar una formación cultural renovada, otorgar el adecuado basamento para los estudios universitarios y para el acceso a determinados puestos en el mercado de trabajo.
En el análisis de cobertura, no se puede dejar de referir al problema del analfabetismo. En algunos lugares, las tasas de analfabetos superan el 20% y los logros de los programas y campañas emprendidos para erradicarlos son inferiores a las metas que se propusieron los países. En primer lugar, esto se debe a que las soluciones generalmente están desligadas de un enfoque más global con la problemática socio-económica y cultural de las poblaciones analfabetas. En segundo lugar, las medidas adoptadas no guardan siempre coordinación con los esfuerzos que paralelamente se deben desplegar, para reducir los fracasos escolares. Esta situación está llevando a una revisión profunda de las estrategias aplicadas.
La calidad: Existe un problema de fondo que la acción educativa no llega a resolver, no obstante los intentos que llevan a cabo muchos países. Frente al intenso desarrollo de los conocimientos, se inicia en la región, el cuestionamiento de la obsolescencia curricular, agravada ésta por la crisis económica, que agrega nuevos elementos a esta situación: el propósito de renovación cualitativa y la falta de recursos para implementarla, y el crecimiento de obsolescencia que comprende a niveles de modalidades del sistema educativo, que tradicionalmente ofrecían un servicio con calidad aceptable.
La superación de esta situación vinculada a una serie de factores descansa, en gran medida, en el éxito de la solución que los países Latinoamericanos plantean a la problemática integral de un Magisterio que no alcanza el status que reclama y que arrastra un déficit desde su formación inicial. (Se estima que más del 30% de los maestros de América Latina no poseen formación pedagógica).

Referente al proceso de asignación de recursos, habría que señalar además del descenso global del gasto educativo, a que nos referimos anteriormente, dos situaciones significativas. De un lado, está aumentando el porcentaje de los presupuestos educativos destinados al pago de remuneraciones y la dificultad para invertir en materiales, nuevas tecnologías, mantenimiento de infraestructura para mejorar la calidad de la enseñanza.

Por otro lado, la distribución de recursos favorece a la enseñanza Secundaria y Superior, en desmedro de la enseñanza primaria o básica y la educación de adultos.

Finalmente, respecto a la capacidad de gestión de los Ministerios de Educación, éstos se ven afectados por el burocratismo y demás vicios que muestran otros sectores de la Administración Pública. Esta situación se acompaña de la pérdida de poder de negociación de los Ministerios, particularmente en las instancias donde se toman decisiones de carácter financiero. Las razones que algunos expresan para explicar esta situación, se basan en las apreciaciones del desarrollo educativo en la democratización social, etc.

Estos argumentos de dudosa veracidad, están conduciendo a que en la región no se visualice con claridad, por parte de los responsables de las Finanzas Publicas, que con menos recursos y débil gestión seguirán aumentando los problemas y cada día será difícil superar el panorama existente.

Sería incompleto este cuadro, sino se mencionara lo que acontece en la mayor parte de países, referente a la desmoralización y resistencia al cambio que se da en el Magisterio. Los profesores constituyen uno de los grupos mayoritarios de los Sectores Públicos, el deterioro de sus salarios explica parte de la causa de esta situación y de las reacciones de protesta generalizada que frecuentemente paralizan las actividades escolares en los países Latinoamericanos.

Por la limitación del análisis, sólo se ha intentado presentar un panorama general de algunos aspectos de la educación en el continente. No sería conveniente, sin embargo, que quedarala sensación que existe una pasividad de los países por resolver sus propias dificultades. Todos ellos, con una u otra metodología orientan esfuerzos a proporcionar mayor y mejor educación a sus pueblos. Lo que sí está claro, que al igual que sucede en otros continentes, los países latinoamericanos, para los próximos años, en sus innovaciones no miran a la sustitución de políticas, organizaciones, estructuras o planes de estudio declaraciones retóricas. Ningún país parece inclinado a tirar por la borda la herencia institucional recibida, incluso en los casos relativamente frecuente entre los países en desarrollo en que tal herencia se adecua a las propias necesidades.

III Seminario sobre Análisis y Perspectivas de la Educación en el Perú.

Pontificia Universidad Católica del Perú.

Departamento de Educación.

CONCYTEC

Febrero, 1990

Tendencias de la Educación en América Latina.

Andrés Cardó Franco.

Pg. 78-79-80-81-82

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